"NO ERES LO QUE TIENES ERES LO QUE DAS"



  ¡Qué frase tan grande! ¡cuánta sabiduría encierra!; y cuánta dificultad... Porque, si no lo relacionamos con la entrega desinteresada de un amante a otro, (entendido por amante aquí a todo tipo de amores, entre padres e hijos, amigos etc), si la aplicamos como filosofía de vida más allá de  los buenos momentos; es realmente trabajosa... pero también compensatoria, si no se desvirtúa el concepto. Y es que, ¿qué es realmente dar?, ¿ayudar a un minusválido?, ¿cooperar en labores comunitarias?; son solo formas de dar que, además, suelen exigir un alto grado de bondad, (real o autoinducida), o estar tan pletórico de tu vida que necesitas dar amor a diestro y siniestro; no sirven como filosofía general en la que cualquiera se puede reflejar. Dar es más que eso y, al mismo tiempo, nos puede conducir a ese estado idílico de generosidad.  Es la única mentalidad que te sitúa en el presente y te proyecta en el futuro, la que te acerca a tus metas y la que siempre te incluye de forma activa en el mundo. Puesto que aquella que se guía por el "tener" se estanca en el presente, en lo pasivo y arrebatable: tengo una casita en el Caribe, muchos amigos y un perro; ¿y si se produce un tsunami que lo arrasa todo?, ¿qué tienes...?; y la que se guía por la espera, en un futuro pasivo que depende de la aprobación de los demás. Claro está que absolutamente nadie, (al menos terrenal), puede vivir siempre en el "dar" sin el "tener" o el "esperar",  a no ser que esté drogado o sea carne de una secta happy flower; pero sí es posible como creencia principal, y además cuando das también recibes (y por consiguiente tienes), y no por aquella idealización infantiloide (aunque tan bonita...) de que recibes lo que das; si no por el significado de la acción en sí.

Cuando crees que de forma natural das, también crees que los demás lo hacen, independientemente de que te guste lo que te ofrecen, por lo que es más sencillo saber a quién quieres a tu lado y quién es prescindible; por ejemplo, si conoces a un hombre/mujer que encaja en tu prototipo, (en lo que deberías "tener"), pero a ti no te da lo que crees que puede ofrecer, entonces te importará menos y perderá tu interés, y del mismo modo ocurre en la versión contraria; cuando conoces a alguien que en principio no encaja con tu esquema mental pero te aporta cosas que te hacen considerarle de otro modo. Y por supuesto eso no quita que tengas momentos apáticos, donde lo que menos deseas es darte al mundo, (como ya dije solo con speed u otras sustancias se consigue el efecto imperecedero), pero si vives en la filosofía del "dar" te sentirás menos paria, puesto que no te centrarás en lo que no tienes, ("tener"), ni te perpetuarás en la queja eterna a la espera de salvación, ("esperar"): más bien serás alguien que decide tomarse un retiro espiritual (jeje). Y, si eres avispado, te darás cuenta de que sigues dando: enseñas a los que te rodean que hay que ser fiel a uno mismo y no ir contra tu naturaleza, informas (de forma indirecta) que lo que actualmente tienes no te motiva lo suficiente, das la oportunidad de que hagan otros planes... Lo más complicado en todo esto a mi modo de ver es saber qué deseas dar, (tampoco iba a ser todo una ganga jaja), qué puedes dar, para qué y a quién/es; pero, al ser un ser que de forma natural aporta valor al mundo... ¡ya darás con la solución! (jejeje). Porque dar a los demás significa que antes tienes que darte a ti mismo, va implícito en el proceso mental; y aunque no es bonito decirlo, es la parte del pastel que más debemos valorar.