Hace poco descubrí una nueva afición gracias a mi gata asmática: crear "colonias" naturales, (por composición son aguas de perfume). El proceso es bastante sencillo: aceites esenciales, alcohol, algo de agua, glicerina, y seguir los pasos indicados. Lo difícil está en saber cómo hacer la mezcla para que huela a perfume y no a cloaca; y he descubierto, (teniendo en cuenta que soy nueva en este mundo), ¡¡que se me da bien!! 😏. Es más, suelo llevar a diario uno de los que he creado y no por hacer promoción, (aunque también), o quitármelo de encima puesto que ya está creado; si no porque realmente me gusta, va conmigo, y es un olor muy diferente al de la perfumería industrial; supongo que por falta de ingredientes más complejos, por tratarse de algo más natural; o simplemente porque provienen de mi extraordinaria naricita, jejeje.
Pero el olor es algo que se siente, una percepción demasiado subjetiva para intentar describir y clasificar con palabras... Así que voy a hablar, únicamente, del por qué de esta afición:
1. Fomenta la imaginación: es una oportunidad única para evadirte y viajar por lugares o situaciones hipotéticas. Si te apetece crear un perfume exótico-oriental, te puedes ver envuelto en un mercado marroquí o visitando el Taj Mahal y la historia de amor Shah Jahan y Mumtaz Mahal, o dentro de algún cuento de Las Mil y Una Noches. La imaginación es 100% necesaria para poder acceder a la inspiración. Viajas a otras épocas y confines sin salir de casa; es más, te permite crear un aroma para una experiencia concreta que hasta ahora no había sido "etiquetada", (por decirlo de algún modo), por nadie más que tú 😏. Oler un perfume es como abrir la lámpara del genio, te trasporta a un tiempo y un lugar en el que nunca has estado, o en el que un día estuviste, pero hace ya demasiados años...
2. Reconecta el Mundo: aunque los recuerdos normalmente nos vienen en forma de imágenes, inconscientemente recordamos también los olores asociados a esos momentos, (aunque desconozcamos, hasta ese momento, el nombre). En perfumería descubres el proceder y el nombre de algunos olores que conocías y te encantaban, pero de los que no sabías la nomenclatura ni la procedencia. Y al hacerlo, te das cuenta de que tu actual gusto por tal o cual cosa o persona, puede tener que ver con tu pasado; el aroma del café por ejemplo, puede estar asociado a tu madre: por eso suele parecernos reconfortante aunque el olor del café, (si lo desvinculamos de la referencia), no sea nada del otro mundo, y solemos recurrir a él para tomar un agradable descanso; para sentirnos en brazos de nuestra mimosa madre. El mismo efecto tiene con los olores que pueden resultar algo perjudiciales; la marihuana o el tabaco puede recordarnos a "nuestros mayores" cuando somos muy jóvenes y aún no los hemos probado; y de ahí, quizás, parte de su adicción, (es difícil corregir los ejemplos dañinos de nuestros mayores). También sucede que nos puede caer bien alguien, o atraer, porque nos recuerda a algún olor de nuestra infancia; de forma que podemos vincular un mismo olor/es con multitud de situaciones presentes y pasadas; relacionando tu actualidad con aquello que ya no recordabas y creías a años luz...
Los perfumes nos ayudan a conocer más nuestro mundo interior porque exploran los recuerdos provenientes de nuestro mundo exterior; y viceversa.
3. Aromaterapia: no es algo que esté estudiando pero es evidente que los olores producen sensaciones, aunque no estén asociados a nuestra memoria olfativa, o al menos no de un modo agradable; el olor a carne podrida (no todo tiene por qué ser bonito), nos asquea y entristece, por mucho que nuestro amado abuelo tuviera una charcutería; y el olor a bosque, en cambio, nos reconforta y alivia, aunque no seamos muy de campo ni hayamos vivido en él. Los cítricos reactivan el estado de ánimo y suelen aportan alegría; y los aromas florales tienen cierta dosis de romanticismo y hermosa melancolía. No es ninguna frivolidad y está científicamente estudiado, más allá del mito de las Flores de Bach y la cura de enfermedades; un olor "que vaya contigo" puede convencerte para permanecer en un establecimiento y no en otro, de idénticas condiciones; los factores ambientales como la luz, la decoración, la música o la fragancia, son parte primordial en el proceso de venta o en la captación del clientes.
4. Captador de almas... : dicho así suena muy grandilocuente jaja, pero no deja de ser un modo de reafirmar, (o encontrar...), tu personalidad. Al igual que en la ropa o el corte de pelo, el perfume elegido no solo te ha de gustar, "ha de ir contigo", ser de tu estilo, (o del estilo que aspiras encontrar); más incluso que en esos dos casos, porque se trata del vestido del alma, y por lo tanto ha de ser elegido con mayor cautela... Los perfumistas (y engreídos aficionados), son conscientes de ese poder: estas ayudando a configurar y potenciar el alma de una persona, ¡¡jerjerjer!! Y aunque no fuera así, (aunque lo es), y no vendas ningún perfume, sigue siendo muy gratificante lograr capturar en una botella una sensación, un momento deseado; un prototipo de personalidad... Por eso tantos anuncios de perfume juegan con situaciones idealizadas, (la mayoría muy poco originales, siempre relacionadas con un flechazo o la atracción), donde el espectador pueda asociar la fragancia con una situación deseada o una apariencia o estilo de vida soñados. Una gran apuesta publicitaria que a mí me resulta realmente ingeniosa e hilarante, fue la sacada para promocionar el perfume masculino Old Spice en 2019; en lugar de describir una situación tan idealizada como ridícula, (que hoy en día nadie puede creer), nos vende directamente la personalidad de un hombre mega-seguro de su masculinidad, ¿y a qué hombre no le gustaría sentirse con el nivel de confianza del atlético negro del spot, que considera que él sí huele a "tío tío"? Como mujer me hace preguntarme al finalizar, ¿y a qué olerá un "tío tío"?, y os aseguro no me ha ocurrido con ningún otro comercial masculino, por muy bueno que esté el modelo o actor.
5. Practica la paciencia: no todo va a ser emocionante, y es que a menos que seas Grenouille (personaje de "El Perfume") o tengas la intuición de un vidente, hay que hacer ensayos de acierto y error; no siempre te salen lo que quisieras... De hecho, yo soy poco perfeccionista en eso, (no me gusta romperme la cabeza), tengo una idea inicial, pero si no consigo captarla desde el principio, permito que sea el perfume que se está gestando quien me vaya hablando y llevando a otros mundos... También, de vez en cuando, es bueno consultar alguna chuleta , buscar por internet qué combinaciones de olores casan y cuales no; aunque evidentemente, siempre han de encajar con lo que quieres transmitir, si no ¿dónde está el mérito?
Y en definitiva, toda una experiencia sensorial, muy gratificante...
No hay comentarios:
Publicar un comentario