Ayer me enteré de un "importante" acontecimiento por las noticias cajón desastre de mi smartphone: Pamela Anderson fue a una gala de alfombra roja sin maquillar. Cada uno es libre de ir de fiesta como le de la gana, ¡faltaría más!; pero que se venda a día de hoy estos acontecimientos como liberadores de la (al parecer) aún débil y esclavizada mujer... me parece de una casposidad preocupante. Con o sin maquillaje, con burka o en bañador, el caso es seguir centrando la valía de la mujer en su aspecto físico. Y comprendo que no hay que estar muy muy acomplejada y requiere de cierta rebeldía social, (un poquito eh... que no estamos hablando de Rosi de Palma), el ir a cara descubierta a un lugar lleno de focos donde las más guapas y jóvenes van enmascaradas con litros de maquillaje, y otros efectos mágicos; pero de ahí a que se pueda considerar un acto de feminismo y liberación... ¿Alguna vez han sido ejemplo de potencia y virilidad las greñas de Jonny Deep?, ¿si Brad Pitt luce camiseta guarrindonga y peinado al aire en los Oscar será un hombre renovado que da un nuevo giro a su vida, empoderado, signo y ejemplo de una nueva masculinidad...? No creo, ¿no?: porque es una tontería; porque por esta regla de tres todo aquel que se descuide, no reponga su armario en años o no se duche en una semana, ha de ser considerad@ a la fuerza un espíritu libre que rebosa personalidad; a ver si afearse va a ponerse de moda y como más fe@ estés más valioso demostrarás ser...
Las mujeres, como los hombres, siempre buscamos mejorar en aquello que nos importa: obtener la mejor nota en clase de economía, hacer la mejor cena para la familia, llegar a un puesto directivo en nuestro lugar de trabajo o ganar una carrera de sacos en las fiestas del pueblo. Todo depende de tus gustos y tu forma de ser, no de tu belleza o no belleza. Y las mujeres solemos ser coquetas, habrá alguna que no, (¡afortunadas excepciones!), pero por lo general suele importarnos aquello de envejecer mal, que nuestras amigas luzcan mejor que nosotras, (la famosa "envidia sana") y solemos gastar dinero y tiempo en vernos mejor, (si disponemos de él). ¿Por qué debemos de sentirnos estúpidas y débiles por un defecto que está en nuestra naturaleza?, ¿debemos simular que nos da igual lo que no nos da igual para destacar nuestra personalidad...? Ignoro si la intención de Pamela fue ponerse de ejemplo o solo captar la atención de los medios para obtener alguna compensación económica en publicidad o exclusivas; pero si así fuera: valiente ejemplo estúpido para las jovencitas...
Y la misma opinión me merece la moda de las "mujeres reales", (que aquí no se trata de ir en contra de nadie particular); "inteligente" movimiento que favorece a las mujeres de peso norma o sobrepeso, como si las esqueléticas modelos de Victoria's Secret no fueran reales (hasta cebarse y ganar unos kilos de más). Una cosa es aceptar nuestras imperfecciones con alegría y elegancia, y otra ponerse de ejemplo de fémina por mostrar con regocijo y jolgorio nuestros defectos o perfecciones físicas, (el caso inverso es igual de estúpido). Las mujeres también somos grandes; en la historia ha habido (y hay) mujeres increíbles, que sí nos deben servir de ejemplo: Marie Curie, una de los descubridores, junto a su marido Pierre Curie, de la radiactividad, la reina Cleopatra, defensora de la independencia de Egipto frente al poderoso y expansionista Imperio Romano; Hipatia pionera matemática y astrónoma que inventó (entre otros) el hidrómetro; Isabel I de Inglaterra, cuya contribución cultural mereció ser nombra la era isabelina, y que afianzó a Inglaterra como potencia política y económica frente al entonces poderoso Imperio Español; nuestra Isabel la Católica, defensora del catolicismo y unificadora de España, Simone Beauvoir precursora del feminismo; o nuestra coetánea y muy coqueta (por cierto) Sara García Alonso, ¡primera astronauta española! Y tantas tantas otras, (reconocidas o anónimas), que podéis buscar, (aunque yo dejaré un link de lo que yo busqué por aquí debajo), a las que debemos tanto y tanto... Mucho más allá que esta moda de empoderamiento femenino que no se sabe muy bien de dónde ha salido ni por qué.
Mujeres importantes que cambiaron la Historia - Telefónica
¡Compañeras de genitales!, que nuestros complejos y envidias, (por mucho que nos jodan), no nos nublen todo lo que somos y podemos llegar a ser, ¡compañeros de camino de genitales convexos!, que vuestros prejuicios masculinos a favor de vuestra egolatría no os líen la cabeza sobre lo que es ser una mujer. Somos grandes, todos, todas y todes (jejeje), juntos hemos conseguido que este bello planeta marrón y azul sea mucho más que naturaleza, agua, selva y bosques; un lugar lleno de ciencia, arte e ideas, que contribuyen (desgraciadamente a veces para mal), a que nuestra Tierra sea viva y cambiante; que tenga una historia mucho más interesante, en cuanto a evolución y diversidad, que nuestros allegados hermanos del Sistema Solar. No le demos más bombo que lo anecdótico a las tonterías.