EL "NEGOCIO" Y LA BAJA AUTOESTIMA



  Cada día proliferan más, al compás de cualquier crisis, los predicadores del poder del autoamor cual escaparate de una bollería, hoy hay millones de libros, escritos por supuestos "científicos de la mente", que nos venden cómo combatir esta "plaga", ya llamada "enfermedad" en muchos sectores, (motivo indispensable para varias sesiones de terapia); como si fueran los pasos de cómo montar una tienda de campaña o la receta de la tía cebolleta. Parece ser que el poseedor de la "baja autoestima" es una persona muy concreta, con unas características que le impiden salir del pozo "por sí misma" sea cual sea su condición o circunstancias (presentes o futuras); lo que podría ser fácilmente confundible con un idiota. Parece que la gente no quiere darse cuenta de que la "baja autoestima" está al alcance de todos: en quienes han sufrido una separación amorosa, una pérdida de trabajo, la muerte de un familiar.... Y especialmente en quienes no han tenido la fortuna de vivir una infancia familiar, como los niños de los orfelinatos, que no siempre serán niños. Cualquier motivo de tristeza que nos afecte personalmente y nos suponga una pérdida amorosa o de confianza (suele ir unido), nos convierte en "pollitos", y todavía nadie ha descubierto si es más "culpa" de los genes que del entorno: porque está todo fusionado...

Así pues en realidad no hay bandos contrarios, el tener o no tener "baja autoestima" está intrínsecamente ligado al estado de ánimo, a las creencias y a la suerte de cada cual; factores determinantes que nos conducen donde nos encontramos. Elementos demasiado complejos para encajar en un patrón o patrones predeterminados. Nadie tiene porque sentirse catalogado y sin embargo... las tendencias psiquiátricas, cada vez más presentes en nuestra sociedad, (ocultas bajo múltiples cara como la publicidad  y el márketing) nos señalan...¡Motivos de la baja autoestima!, ¡¡soluciones a la baja autoestima!! Personalidades tendentes a la "baja autoestima".  Y vale tanto para el adolescente de los granos como para una mujer que sufrió un aborto. Entran en el mismo saco: porque se sienten mal. Su independencia mental está supeditada a las características de su "enfermedad": sea depresión, ansiedad, toc, transtornos del sueño, hiperactividad... Cuentos miles. Hay uno incluso que se refiere a la obsesión de mirar una pantalla por motivos de ocio, durante menos de 15 minutos al día, (con lo cuál, ¿quién no está "loco"...?).

Con semejante panorama, no es de extrañar que el concepto esté completamente desvirtuado y que todo el mundo huya de aparentar cualquier mínima "debilidad". Y lo que es peor: de tolerarse sentirla y aprender de ella, (conocerse a uno mismo). De forma que prolifera como la espuma el postureo y el sálvese quién pueda del juicio, ¿Divino...? La psicología es la nueva religión. También están los fanáticos insurrectos de estos temas espirituales, que han decidido que han visto en este negocio insultante una especie de religión a la que venerar, por la que distinguirse y reafirmarse en aras de una mayor humanidad, (que suele ir unida a cierto sentimiento de "superioridad" frente a los que no son partícipes de estas ideas, porque no "alcanzan").

Sea como sea, es una "moda" que está ahí, que todo el mundo puede usar a su antojo. Los "buenos", para hacer de maestros de los necesitados, los "malos" porque a fin de cuentas... no tiene el mismo valor una persona con "baja autoestima" que una que no la tiene, y así campan a sus anchas y encima tienen el aplauso del público general. Y como este mundo está dominado principalmente por personas inteligentes y ansiosas de poder, (y no hay modo más rápido de alcanzarlo que vender humo en tiempos de crisis), el concepto está desvirtuado,  y tiene en su base un poso de intolerancia asqueante ante "el pobre necesitado".

Ejemplo bastante vergonzoso está en la violencia de género. Se dice que hay muchas denuncias falsas, no obstante ¿en qué no las hay...? Se hacen continuas campaña de que la mujer DEBE denunciar, de lo cual no tengo queja alguna. No obstante... sólo desde hace unos años se conciencia que el problema es cosa de todos, y que el maltratador es, ante todo, UN DELINCUENTE, DENUNCIE ELLA O NO. Por supuesto lo mismo ocurre cuando el género maltratado es el contrario.

Y ya metiéndonos en temas menos escabrosos y sangrantes. El típico consejo de "no te dejes pisotear y no te pisarán", guarda un trasfondo INJUSTO más no poder... Cualquier relación es cosa de dos, si uno es pisado es porque el otro pisa. Es decir, el que pisa también está ahí, no es un ente espacial o una sombrilla que es mecida por el viento; es otra persona que igualmente se puede controlar y NECESITA de los buenos consejos y "orientación" de los demás, para corregir imperfecciones, crecer como persona... Tan pobre o rico es el uno como el otro; pero siempre parece que tiene que ceder el pisoteado. Y ceder supone reconocer los fallos y aceptar los del contrario, lo que supone que, el otro está desposeído de fallos, al ser el pisado el único responsable de la situación. Consejos así o similares son dichos por personas que pueden tener muy buena fé, pero que tal vez no se han parado a pensar en que la imagen del "débil" se debilita aún más al hacérsele "responsable" de las conductas de los demás. Viene a decir: SI TE HA PASADO ESTO ES PORQUE TE LO HAS BUSCADO.

Y bueno frases y opiniones así son las que te hacen pensar en qué mundo tan mísero vivimos... en qué falsa es la moral de los hombres y qué poca valía y humanidad hay, realmente, por el mundo. Alguien me dijo una vez que no existía el hombre bueno, que el hombre bueno lo era sólo por "orgullo". Cada día estoy más de acuerdo. Si bien no del todo puesto que, aunque en minoría, sí existe la verdadera bondad. Que por supuesto no siempre es apreciada; de ahí que muchos prefieran guardársela para sí mismos, por si se confunde... La verdadera bondad, en realidad, está en la justicia, hacia uno mismo y hacia los demás (no siempre se puede aplicar en su justa medida, pero con saber que es necesaria, es suficiente). Ése es el verdadero hombre bueno, no el que sólo aplaude la "virtud" de moda.

Y volviendo a la "autoestima", si el mundo pusiera un poco de su parte para dejar en paz a los que se sienten mal o "mal consigo mismos" o acomplejados, tal vez cuando les tocara a ellos, (no, nadie escapa de sentirse vulnerable), se sintieran más aptos para pedir ayuda sin necesidad de esperar encontrarse sólo con "maestros".

Pues sentirse a gusto con uno mismo ES LA BASE PARA QUE TODO FUNCIONE BIEN, IMPORTANTÍSIMO. TANTO... QUE NO SE PUEDE CONFUNDIR CON UN ACONTECIMIENTO SOCIAL. SÓLO ATAÑE A LA PERSONA Y A SUS ALLEGADOS..

Juzgar la autoestima de una persona que no nos importa demasiado, es frivolizar sobre el bienestar personal, y da una imagen pésima de la privacidad y dignidad del "entrometido/a"; pues está despreciando la vulnerabilidad, algo humano, genérico, que él también posee.

No es un asunto social, es personal, privado y hasta secreto, si así se desea.

Nuestra vulnerabilidad es el principio de nuestra libertad individual, sin ella ningún niño tendría la base para empezar a conocerse a sí mismo y a los demás.