¿HASTA QUÉ PUNTO "LA AUTOESTIMA LO ES TODO"?

 

ES DE GRAN IMPORTANCIA, pero solo en la medida en que es necesaria para ser feliz y conseguir lo que quieres. Como un camino más para alcanzar tus metas; y digo uno más sí, porque no es el único...

Para centrar el tema en una sola faceta, pongamos lo laboral: ¿necesitaría el mismo nivel (si se puede denominar así) de autoestima para desempeñar bien su función, (sin saturar "la neurona"), un político que un cuidador canino...?, si nos alejamos del topicazo y el ejemplo incluye a DOS PERSONAS QUE HACEN LO QUE QUIEREN Y SON FELICES CON SUS PROFESIONES, E INDEPENDIENTEMENTE DE LA AUTOESTIMA QUE TENGAN AMBOS EN EL PUNTO DE PARTIDA; ¿necesitará el cuidador canino trabajar tanto su autoestima para sobrellevar su trabajo como el político, que tiene que lidiar con continuas críticas, trifulcas y hasta intentos de asesinato...? Al margen de que la autoestima sea algo positivo, que por supuesto lo es, el cuidador no requerirá centrarse tanto en ella para ser feliz con lo que hace; el político en cambio, se sentirá forzado a mantenerla o aumentarla para no hundirse en la miseria; el cuidador podrá aumentarla si así lo desea, pero no como un requerimiento para su salud mental, si no como una opción. Y así debiera ser siempre, eso sería lo ideal... no obstante, vivimos en una sociedad que nos bombardea cada día más con la necesidad de mejorarla constantemente, (un ejemplo las frases "positivas" whatsapperas), incluso diciéndonos con qué métodos, (si es que hay algún método efectivo fuera de las vicisitudes del día a día...); independientemente de quiénes seamos y de si en ése momento realmente nos es de utilidad invertir nuestro tiempo, (siempre limitado), y energías en métodos tan concretos. Y no es que este recordatorio constante sea algo nocivo en sí mismo, aunque en su lugar pudiéramos leer mensajes de otro calibre, (qué sé yo... recordatorios sobre cómo contribuir a mejorar el cambio climático), que nos recuerden lo necesarios que somos para el Planeta y, (por lo ende), mejore nuestra autoestima... pero tampoco contribuye Como si la felicidad no pudiera tener otras motivaciones que, por sí solas y sin necesidad de sesudos psicoanálisis, ya nos la aumentara de forma natural. De tal modo que las personas que se encuentran en un estado depresivo y se adhieren a esta llamémosle "filosofía" del autoamor como bien supremo, pueden focalizar más sus energías en mejorar esta cualidad que en vivir las cosas positivas de su vida, y en intentar solucionar el/los problema/s, real/es y tangible/s, que les llevaron a ese estado. Y diréis, sí, pero es que cualquier problema se soluciona más rápido si aumentas la autoestima; ¡¡desde luego!!, pero el problema de estas teorías de la "positividad", (que es a lo que yo me refiero), es que la desvincula de cualquier causa, como si éstas no existieran o carecieran de importancia y la autoestima fuera un ente independiente, que solo se obtiene con seguir cuatro pautas genéricas o leyendo tal libro de autoayuda, no superando tu realidad; produciendo una despersonalizando y desvalorización de las personas muy perjudicial que no solo rebaja la autoestima, si no que frivoliza nuestra vida y nuestras relaciones, banalizándolo todo. Lo puedo afirmar, no solo por lo que observo a mi alrededor, si no porque yo caí en esa trampa una temporada en que me ocurrieron cosas terribles, (que por supuesto no viene al caso contar por aquí), me vi totalmente sola, y no me quedó más consuelo que refugiarme en estas simplezas del "solo has de mejorar tu autoestima y ya"; como si la dificultad de esto no estribara, precisamente, en enfrentarte a los motivos que te llevaron a hundirte, si no en mejorar una cualidad que parece aleatoria y caprichosa, independiente de cualquier casuística externa a tu deseo. La muerte de un familiar, una agresión, una enfermedad terminal, una guerra... hay miles de causas que pueden hundir a una persona; y la gracia de esto es que "para aumentar la autoestima", has de "superar" éstas, ¡¡solo eso!!, ("pide y se te concederá" le dijo el hada a Cenicienta jejeje). Curiosamente muchas de las personas que tienen una autoestima elevada, es precisamente porque han tenido una vida bastante perra, no una existencia ideal, y no les ha quedado otro remedio que fortalecerse; tal vez muchas de ellas prefirieran ser más vulnerables y no haber tenido que vivir algunos acontecimientos, como haber perdido algunos seres queridos o sufrir una enfermedad terminal. Pues la autoestima que los predicadores del autoamor desean alcanzar, la que supone una independencia emocional y madurez mental a prueba de tanques, se obtiene a base de logros que han requerido de nuestra introspección, soledad, esfuerzo, y SUFRIMIENTO; no aprendiendo frases positivas o posturas zen (que relajan, pero poco más). Y todo lo demás son ínfulas de grandeza o desconocimiento de la propia vulnerabilidad por haber vivido en un entorno amable, (envidiable, por otro lado...). 


¡Y ojo no estoy diciendo que no sea importante el sentirse bien con uno mismo!, si no que esto ha de estar vinculado con nuestra vida, con nuestras decisiones, con lo que hacemos y amamos; no como una imposición social para encajar en una sociedad donde cada día tienen más presencia los retos virales, selfies, influencers (la misma palabra es una degeneración)... Porque, de no ser así, no estamos viviendo nuestra vida con total plenitud, y eso es mucho más triste que vivir en un estado "depresivo", pero real. Es realmente triste encontrarte con chavales jóvenes sin ningún problema grave más que los propios de esta crisis discusiones paternas... que valoran más su número de likes y "ser alguien", (y todo lo que la sociedad influencer asocia a una "alta autoestima"), que sus estudios,  hobbies, aquello que pueden llegar a hacer... Y hablo de chavales porque empiezo a tener mis años y caigo en estas cosas de "vieja" de "otros tiempos mejores" jeje, pero en verdad los de mi quinta y quintas superiores también nos hemos amoldado muy bien a esta sociedad de la autocomplacencia y positivismo de polvo de hadas; el otro día mismamente una conocida por facebook, muy guapa ella, tuvo la necesidad de subir su mejor foto sonriendo aclarando en comentarios: "¡¡siempre fuerte y positiva!!". Entenderme, no critico su acción en particular, todos necesitamos autoengañarnos en algún momento, (de hecho, es un mecanismo de defensa), pero si necesitamos hacerlo de este modo tan infantil es, en parte, gracias a esta ideología del positivismo y la felicidad como requisito para ser apreciados en esta vida idílica... que lanza sus tentáculos también en acciones aparentemente contrarias; como la de largar tus desgracias con orgullo, (no solo por desahogo), a diestro y siniestro (desconocidos). Ninguno  nos libramos completamente de esta filosofía del positivismo ramplón, pero ser conscientes de ello es un grado para no caer en exceso en el gilipollismo (palabra que creo que me acabo de inventar jeje). 

Nuestro estado de ánimo, sea "positivo" o "negativo", es nuestra respuesta natural ante lo que nos ocurre; el único medio que tenemos de saber, sin manipulaciones externas, qué nos interesa o qué no. ¿Cómo sabemos si una amistad nos conviene, por su nivel de popularidad y posición económica o por cómo nos hace sentir?, ¿cómo reconocemos que hemos de cambiar de rumbo en nuestra vida cuando aparentemente lo tenemos "todo", no será por ese comezón que nos chirría a pesar de todo...? No hay sentimientos negativos ni positivos, el estado de ánimo viene con nuestra vida, con nuestras decisiones y con quienes nos rodean; y lo que hay que mejorar, en todo caso, (y por decisión propia), es aquello que nos hace sentir mal, no juzgar el ánimo por sí mismo. 

El focalizar nuestra felicidad más en los estado de ánimo que en los motivos personales, (e intransferibles), que los generan, nos aleja de nuestra introspección, gracias a la cual buscamos motivos y soluciones; nos aleja de nosotros mismo y nos impide evolucionar como personas autónomas que somos. Nos aborrega, nos resta libertad. Los sentimientos son libres, la única libertad absoluta de la que en verdad disponemos; puesto que su resolución (en caso de que queramos sentirnos mejor, como suele ocurrir...) ha de pasar por adaptarnos y aceptar aquello que nos perturba; pero en sí mismo, el sentimiento... ¡¡es libre!!, no es "negativo" ni "positivo". Y si nos hace sentir pletóricos o indignos, igualmente es una consecuencia de algún motivo real de nuestra vida, particular,  que solo te atañe a ti; no una plaga social a erradicar. 

Y, en definitiva, que más importante que "la alta autoestima", la actitud positiva (etc etc) son los acontecimientos de TU vida, tus sueños, tus proyectos, lo que te importa, quiénes te importan, aquellos que te quieren, la suerte que tienes de vivir en un país con Seguridad Social (si es tu caso), o tu mala suerte si no tienes trabajo, o si esa persona que deseas pasa de tí... etc etc. La vida, en definitiva, es más importante que cualquier característica, allá sea positiva; porque son los acontecimientos los que nos llevan a necesitar de los medios para conseguirlos/mantenerlos (la autoestima), no al revés.