¿ES DEMOCRÁTICO PODER DECIR LO QUE UNO PIENSA?


     ¡Somos tan tan libres de expresar cuanto queramos...! que nuestras palabras, ¡libres como el viento...!, pueden encadenarnos, o liberarnos; tal vez, importe más qué se pronuncie, que la "libertad"... 

  
La libertad de expresión es uno de los fundamentos de la Democracia; al igual que lo es respetar la de los demás y todo lo que eso incluye: su patrimonio, (no romper lo que no nos pertenece), su integridad física, (no tirar bengalas, no provocar lesiones irreparables)... Me planteo esta cuestión, aparentemente básica, leyendo las noticias de los últimos acontecimientos referidos a la defensa de la Democracia y la Libertad de Expresión ocurridos en estos días, a raíz del encarcelamiento del joven rapero Pablo Hasél, condenado a nueve meses de cárcel por escribir varias canciones, (subidas a youtube), en las que: alaba los atentados de Grapo, ETA, Al Qaeda y otros grupos terroristas, a la par que pide que se atente, (atentado, de matar), contra el PP y PSOE entre otras lindezas...

Naturalmente yo no soy quién para prohibir expresar la opinión a nadie, y estoy en contra de su encarcelamiento, (si lo que se está juzgando realmente es su libertad de expresión, cosa que dudo...), entre otras cosas, porque me parece imposible que la opinión de este muchacho pueda influir hasta esos extremos, (aún tengo esperanzas en el ser humano); más bien creo que su figura sirve como excusa para que otros, (más poderosos), inicien sus guerras... El muchacho no ha matado, aunque aplaude a los que lo hacen, ni atentado contra nadie; al igual que tampoco lo han hecho los actuales representantes del PP o PSOE (al menos hasta que no se demuestre lo contrario), ni las fuerzas del orden que, bajo un sueldo no tan sustancioso, impidieron que los disturbios fueran a más. ETA y Al Qaeda, sin embargo, ¡sí mataron!, "pero debido a que vieron vulnerados sus derechos y su libertad de expresión", (nótese la ironía...); pero en sus inicios, seguro que empezaron "solo" tirando bengalas, destruyendo mobiliario urbano, y rompiendo escaparates; no distando mucho, (lo siento pero así es), de la actitud de los manifestantes a favor de la libertad de expresión del rapero de ideas cercanas al terrorismo. Y en ambos casos, ¡la bandera se izó a favor de la libertad de expresión...! 

La Democracia es el mejor sistema gubernamental conocido hasta el momento, el menos dañino; y no porque no pueda mejorarse, si no porque así se ha demostrado en el transcurso del tiempo. Ningún sistema ha defendido tanto la libertad individual y colectiva y ha sido menos agresivo con el ser humano, a pesar de no ser perfecto. No obstante, como todas las palabras, sin un contenido que la sustente y justifique, está vacía, no significa nada concreto. Y es que lo interesante de las palabras, y de los actos, son las ideas por las que se llevan a cabo; y no a la inversa... Y esta manifestación, (si se la puede llamar así), no solo reclama la Democracia atacando locales comerciales, incendiando coches y agrediendo a policías; si no que defiende las ideas de un señor que enaltece ideas terroristas e invita a liberar el odio. Es defender la libertad de expresión, sin duda; ¿pero son democráticas esas ideas y actitudes...? ¿se pronuncian en nombre de la Democracia...? Más bien del libertinaje. Dicho de otro modo (jeje), un bebé o un ciudadano de Corea del Norte, (que desconoce qué es la Democracia), si viven en un país democrático, tendrán derecho a expresar sus ideas; ¡¡pero no por eso se las podrá tomar como ejemplo de Democracia!!

  Entonces... ¿es democrático poder decir lo que uno piensa?, sí, lo es; y no es legítimo encerrar a una persona por enaltecer valores terroristas aún con todo lo que ello pueda conllevar, (como la falta de respeto hacia las víctimas), y menos si se hace desde un medio lúdico como es una canción con la que solo se desea entretener, (a personas jóvenes y hasta jovencitas...). Pero cierto tipo de ideas, ¡por mucha libertad de expresión que merezcan!, deberían ser criticadas y al menos verbalmente sancionadas, (desde nuestra libertad de expresión); pues van en contra de lo que defienden: la libertad de expresión dentro del marco democrático, que es la que realmente tiene mérito; la que impide que ésta se convierta, simple y llanamente, en libertinaje, y se eche a perder... Aunque por otra parte, no es de extrañar que los chavales estén cada día más liados sobre el verdadero significado de la ésta, teniendo en cuenta la casta política que nos gobierna.