PSICOLOGÍA Y DISCRIMINACIÓN



  No hay discriminación más despreciable que la que algunos gurús de la psicología social emplean para captar nuevos adeptos, y como muestra un botón, transcribo vídeo:

"El problema es que, cuando uno está desanimado, uno pierde lo mejor que tiene, que es la manera de ser"

 Estoy muy de acuerdo con la psicología social y con las técnicas de coaching; en el mundo en que vivimos son herramientas prácticamente imprescindibles. Pero no sé que tiene que ver querer mejorar con considerar la debilidad como algo menospreciable.

En este vídeo se alenta al público a considerar el amor que reciben como algo que merecen por su forma de ser, (¡oooh qué bonito!); para acto seguido, una vez ya embadurnados de golosinas y mariposas, ¡condicionarlo al "pero solo cuando estás de ánimo"! Porque sino, tal y como dice el "maestro" éste que ama tanto a todo dios, no solo dejas de valer: ¡dejas de ser alguien! Puesto que, (literalmente), dice: "pierde lo mejor que tiene, que es la manera de ser". ¡Y se queda tan ancho!, alucinante...

Este mensaje es la cúspide de la intolerancia y la misantropía, negativo 100%; se carga a todo aquel que se siente vulnerable. Al negro perseguido por grupos neonazis, al transexual al que la sociedad condena a la prostitución, a las prostitutas de club de carretera, a los mendigos que lloran de hambre... Y un sinfín de situaciones en que la gente normal se siente desdichada. Porque sí, decir esta barbaridad, tomo de nuevo, literalmente, las palabras de este señor: "el problema es que, cuando uno está desanimado, uno pierde lo mejor que tiene, que es la manera de ser", es reducir al desgraciado a nadie, y por equivalencia de conceptos: a nada. Una hormiga, ¡tiene su forma de ser!, hay hormigas que andan otras que "piensan" si coger la miga de pan, hay hormigas que no salen del hormiguero; ¡ni los insectos son nadie o nada!

Cagarse en el dolor humano; y hacerlo en pro del bien, ¡y para colmo venderlo como algo natural y científicamente estudiado (pues habla desde la ciencia psicológica)!: es cruel. No solo cruel, peligroso. Abre la caja de Pandora a todo tipo de discriminaciones, como las que nombro en el párrafo anterior, contra colectivos vulnerables o contra gente que simplemente lo esté pasando mal, (la muerte de un familiar, otro ejemplo). Los judíos de Hitler no eran precisamente felices, y según los nazis no eran nadie. ¡Cierto!, por otros motivos de índole ideológica, pero el resultado el mismo: carencia de esencia, de entidad. Repitamos al "maestro": "el problema es que, cuando uno está desanimado, uno pierde lo mejor que tiene, que es la manera de ser".

No estoy llamando a este bocachancla asesino, pero esta idea, aunque las diga en pro de la autoestima ajena y la independencia mental, es una animalada. Y lo peor es que no es el único. Cada día hay más gente que con la mejor de las intenciones, atendiendo a la naturaleza del ser humano que dictaminan algunos de estos científicos de la mente, infravaloran al que no va por la vida vendiendo la moto de lo reguay que es su vida. Ya que el que está desanimado... (parafraseeemos al "maestro") "el problema es que, cuando uno está desanimado, uno pierde lo mejor que tiene, que es la manera de ser"; y, por lo tanto, (según él), pierde la oportunidad de ser valorado por los demás por su forma de ser. Por lo que no hay nada que valorar en quien no se encuentra bien. El cariño y aprecio no son para él.

Me sorprende que haya tan pocas voces que se alcen ante semejantes disparates que engloba toda clase de aberraciones (racismo, homofobia, nazismo...) que históricamente, supuestamente, estamos superando.