"JOKER" TODD PHILLIPS (8,5): INCÓMODA REALIDAD




  Película aguda, crítica y perversa que, adentrándose en la mente de un enfermo mental, escanea la realidad incómoda que se esconde tras el individualismo mal entendido y peor aplicado.

Nos habla de Arthur Fleck, payaso de profesión y un hombre malherido por su traumático pasado y su insignificante presente, que combate su dolor a base de risas; que no alegría. La misma risa falsa y desbordante que procesamos cuando nos cuentan un chiste malo que se presupone gracioso por no quedar de tristes. Una risa catastrófica, ¡terrorífica y dolorosa!, (pero poderosa), que te hará huir lo más lejos posible de este payaso enajenado, que con su intimidante "jajaja" te recuerda quién eres, qué has hecho y cuales son tus  flaquezas...

La cámara recoge con minuciosidad cada fragmento de la vida de este desgraciado de forma descriptiva y directa, sin morbosidad pero sin tapujos, dejándonos entrar en su tortuosa intimidad sin aditivos dramáticos innecesarios, teniendo en cuenta la talla de su actor principal: Joaquin Phoneix. ¡Impresionante! La narración es pausada en la primera mitad de la película, recurso eficaz a la hora de coger estima al personaje (en su faceta más humana), y que provoca a posteriori una explosión de emociones contradictorias llegado el clímax. Su fotografía es oscura, sofocante en los planos interiores, sinuosa en los exteriores...

Pero por encima de todo, la excelencia de este film se haya en su enfoque, en cómo nos muestra a su personaje, cómo nos cuenta su vida; y hacia dónde nos lleva su historia... Y esque Todd Phillips filma todos sus actos desde la más cotidiana "normalidad". De esta forma, nos viene a decir que Arthur Fleck es un tipo que sería perfectamente normal si su vida no hubiera sido tan complicada. Si obviamos su trastorno, es solo un tipo corriente de inteligencia media o incluso alta que, como nosotros, solo busca un poco de reconocimiento y una vida sin muchas complicaciones; ir al trabajo con unos compañeros que se comporten como tal, independencia económica, una chica que le quiera... Podría ser fácilmente tu vecino... ¡O tú mismo...! Su objetivo vital no es hacer daño, es hacer todo lo posible por preservar su dignidad y no sentirse un paria. Y hoy en día, ¿qué hay peor para nuestra sociedad ególatra y enferma que no ser "alguien"...? El director juega astutamente con nuestra continua "necesidad" de reconocimiento desmerecido y tontorrón.

Y precisamente es en este punto, en la simpatía y cercanía que despierta, donde el film se muestra terrorífico... Es aterrador comprobar cuan fácil es "perder la cabeza" entre comillas, ya que es una locura a lo "Taxi Driver": no ve fantasmas, simplemente está tan hastiado que le da igual su moralidad, no le importan ya ni sus propias ideas. Un muerto viviente por los abusos, maldad, negligencia o sencillamente estupidez de los que le han rodeado. Un malvado por desamor al que ya no le afecta nada ni nadie...

Ha habido críticas que acusan a este film de incitar a la violencia. ¡Qué tontería ningún film por muy real que sea puede crear monstruos de donde no los hay! Esas críticas son el mismo miedo, o remordimiento, de reconocer en la ficción lo podridos que están algunos y lo que eso pudiera desencadenar. Y el film es tan bueno... que en lugar de ver esta situación como una consecuencia de "nuestra egocéntrica sociedad", (algo ajeno a ti), nos involucra a cada uno de forma individual; haciéndonos responsables. De ahí que sea tan molesto y pueda resultar hasta corrosivo.

Pero si no nos dejamos perturbar por la denuncia social y vemos la moraleja de esta dura cinta, es, en realidad, de lo más sana: nos advierte que la falta de amor, solidaridad y empatía de la sociedad puede degenerar en movimientos sociales de odio; en todo tipo de violencias. Y que, por lo tanto, está en nuestras manos no permitir que eso suceda, o nos suceda.