INTROVERSIÓN




  En estos tiempos que corren la introversión es algo más extraño, aún, de lo que siempre ha sido. En estos tiempos de famoseo y llamadas de atención "porque estoy vivo", en que hasta las empresas miran tu perfil facebook para ver si serás apto para un puesto de trabajo, (¡un perfil de facebook!, ¡donde si uno se aburre mucho puede hasta colgar fotos de sus excrementos basta que sea "novedad"!), debería verse con cierto interés la introversión; pero supongo que eso no concuerda mucho con la teoría haz lo que sea pero demuestra que estás aquí. Bueno... ¡es que es precisamente eso lo que no entiendo!, ¿por qué demonios nos tenemos que hacer notar a todas horas delante de quien sea y como sea?; ¿"porque estoy vivo" por lo de "¡carpe diem!"...? Hay muchas formas de estar en el mundo, y, ¡ojo!, no hablo de quedarse callados por miedo al ridículo, (que hay gente que lo ahuyenta hablando sin ton ni son): hablo de seleccionar qué parte de mí ofrezco, para quién y por qué. Mimar tu intimidad. No sé porque se tiende a pensar que la persona introvertida no da suficiente valor a su vida; ser introvertido o extrovertido no tiene nada que ver con la autoestima, pero si nos ponemos en términos absolutos la introversión supone no exponer tu persona, y eso bien puede ser un acto de amor propio.

  Naturalmente no estoy hablando de ser introvertido o extrovertido, sino de los valores implícitos en el hecho de valorar la introversión; el apreciar aquello que no sabemos del otro, el misterio que eso entraña... La curiosidad que debería despertar lo desconocido, un desconocido, solo por el hecho de serlo. No no veo beneficio en el enseñar tu vida a los demás si es "porque todo el mundo lo hace", como moda o incluso como norma; de acuerdo que solo enseñas lo que crees conveniente, pero si en tu cabeza tienes el chip de "tengo que mostrarme para ser alguien", por mucho que selecciones... terminarás pensando que guardarte cosas para ti no sirve de nada. Despreciando la intimidad y la soledad. Algo fundamental para encontrarnos o perdernos nuevamente... "La búsqueda interior", como diría un psicólogo pedante, profundizar... supone no darlo todo por hecho. Tener la esperanza de encontrar un abanico de posibilidades que, a simple vista, "no están", reporta esperanza y amplitud a tu mente; y por consiguiente multiplica tus oportunidades vitales. No se trata de confiar más en la bondad del ser humano, sino en ampliar las posibilidades de cómo puede  ser "la otra persona", (que en verdad tarde o temprano verás reflejada en tí). Quizá ése no es lo que parece, quizá haya algo más y mejor de lo que aprecié en el primer ramalazo... ¡o todo lo contrario!, quién iba a decir que esa mosquita muerta... La capacidad de sorprendernos se pierde con los años de forma natural, es posible que llegue un día en que casi todo nos de igual, ¿no será mejor retrasarlo alegrándonos de nuestra capacidad de sorprendernos? 

  Es nuestro mundo interior secreto; un paraíso sobre el que nadie más puede opinar y en el que siempre seremos alguien especial, independientemente de dónde y con quién estemos. Es incluso interesante dar una imagen contraria a lo que eres, ¡hacer un poco de teatro!, aunque corras el riesgo de aficionarte demasiado y, a la hora de querer dar a conocer parte de tu mundo interior, no poder desprenderte fácilmente de esa farsa con la que te responsabilizaste con "los demás". Puesto que la autenticidad existe, (o "no existe"), siempre; independientemente de cómo nos sintamos, no hay forma de escapar. Podemos engañar al otro, pero no a nosotros mismos; autoengañarnos, pero siempre habrá quien nos abra los ojos...  Por lo tanto, mejor centrémonos en elegir bien el disfraz, (meditándolo), antes de exponerlo, ¿no?, aunque solo sea un disfraz, ¡que sea nuestro disfraz! Siempre que nos afecte lo que ocurra en nuestro "mundo exterior", (y así debe ser), el interior tendrá material para seguir creciendo y fallando, ofreciendo nuevos retos que habrá que solucionar con ayuda del mundo exterior. Y como más cosas interesantes y positivas puedan "enseñar" esos "seres del mundo exterior", más ricos nos sentiremos, independientemente que estemos en compañía o en soledad.

  Pero para eso habrá que creer que no todo es lo que aparenta ser cuando solo conocemos la superficie, que cada uno tenemos un mundo interior muy rico, (el que reservamos mediante la introversión), lleno de aciertos y taras, que no se conocen de un día para otro; que están en constante evolución... Como más amplio sea el abanico de oportunidades que esperas encontrar tras la primera impresión, más emocionante y estimulante te parecerá el mundo; más interesante te percibirás tú.