"LA VIDA DE FELICITY"


¿Tu vida no es fácil?, ¿echas en falta que te mimen? 

  Hoy es un día especial, Ralphy me levanta como cada mañana a las 10:00 en punto, ¡es un pequinés tan inteligente!, bajo a desayunar y ahí están mis tostadas: una, rociada con mermelada de frambuesa, la otra mitad marrón glasé mitad nocilla, el café en vaso con dos terrones de azúcar: ¡cómo sabe cómo me gusta! "Hoy tenemos una sorpresa mamá..." me dice mi príncipe, Fredy, mientras me da un apasionado beso mañanero; ¡huele a miel y eucalipto! "¡¡Sorpresa sorpresa!!" dice Sophie desde el sofá, completamente vestida y aseada para este domingo. Termino pronto el desayuno, ¡la emoción me consume!, qué será sera...

Salgo al jardín. Y no puedo creerlo: ¡¡una avioneta privada!! "Hoy toca visita al Salto del Ángel mamá"; "¡sí sí sííí a Venezuela!" dice mi pequeña, que con solo cuatro añitos ya entiende de geografía. Entramos dentro de la avioneta, ¡¡no puedo creerlo!!, ¿sabéis quien la pilota...? ¡¡Es Sandyyy mi mejor amiga del instituto!!, "¡¿Sand qué haces aquí?!", "soy piloto nena", me dice guiñando el ojo, y me cuenta todas sus peripecias; dejó la medicina el día que su ex novio Rudolf la llevó en globo por la Capadocia: "entonces comprendí que había nacido para volar  alto, y para hacer que otros sueñen en las alturas", ¡me alegro tanto por ella...!; nos fundimos en un profundo abrazo. Y nos disponemos a despegar.

El trayecto ha sido hermoso... sin turbulencias ni complicaciones mecánicas a pesar de las horas y días de vuelo; ¡¡que se me han pasado volando jugando al veo veo junto a los míos!! Y ahí está... Waaauuu es espectacular... Paramos justo bajo su caída, descendiendo lentamente para observarlo en todo su esplendor. El agua fluye con la virulencia de la naturaleza salvaje, legitima fuente de salud y pureza. El rugido de su caudal es tan musical como ensordecedor, la naturaleza lo acuna con su frondoso bosque, que ladea sus árboles en una danza celestial...

De repente de sus cristalinas aguas blanquecinas, ¡un tono púrpura!, no, ¡azul!, no... ¡¡es un arcoíris!! En lo alto del salto, se distinguen unas figuras con taparrabos con un cartel que, observándolo desde los prismáticos que llevábamos en la avioneta, pone: "nosotros también te queremos". Una suave caricia recorre mi brazo, es la señal de mi príncipe... "está la niña amor"; "ir, no os preocupéis yo me quedo con Sophi" dice mi mejor amiga guiñándome el ojo. "¡Nunca más volverán a pasar veinte años entre nosotras Sandy...!", lloro a mares, y nos fundirnos en un denso abrazo.

¡¡Mi príncipe hoy es un caballo!!, diez veces sin tregua el amor nos ha envuelto en sus alas mágicas. "Cada día estás más guapa, y te amo más y más". "¡Oooh Fredy...!"

En lo alto del salto, emocionados, los indígenas aplauden la azaña.


¿Sigues ansios@ de mimos y felicidad..?