LA SEMANA PASADA FUI DE MI CASA AL CENTRO A PIE!

Teniendo en cuenta que vivo por la zona Norte de Madrid (que no de la comunidad de Madrid) y que suelo tardar una hora en llegar al centro en metro no está mal ¿no? Fue la semana pasada, iba despacio, a una hora en que ya refrescaba. Y estuve dos horas: ¡pero lo conseguí!

Pero eso no es lo mejor. Lo bueno fue que al llegar no me encontraba cansada, ¡en serio no estaba cansada! Yo también aluciné. ¡Joder recuerdo que cuando era adolescente me cansaba por nada! Sólo por ir y volver de ... a mi casa (que por aceros a la idea no llega ni a la cuarta parte del recorrido que me hice). ¿Como más mayores más placer sentimos en el ejercicio?, ¿será eso...?

Es curioso, de más joven no sentía ninguna satisfacción al dar varias vueltas a la pista del "cole" corriendo, ¡lo odiaba! Odiaba cualquier muestra física, cualquier ejercicio. Ahora no es que me apasione correr, pero reconozco que al hacer ejercicio físico suficiente luego me siento mucho mejor...

En cambio, cuando me acostumbro y dejo de hacerlo luego cualquier esfuerzo se me hace insoportable. Como si de repente hubiera engordado veinte kilos o veinte años. Es muy raro; pero hablando con gente de mi quinta he comprobado que es algo bastante frecuente este placer en el ejercicio y "deterioro" cuando dejamos de hacerlo y nos sometemos a esfuerzos mínimos, ¡ridículos!

Supongo que eso demuestra que a mi edad la fuerza física es muy potente, y que ésta, con los años, se va sometiendo más y más a la psicología. Con lo que el potencial en realidad se adhiere a nuestro estado de ánimo teniendo más control sobre nuestro físico. ¡Pues qué quejicas éramos de pequeños! y eso sin saber tan siquiera qué era estar realmente cansados...