LO QUE DICE ORTEGA




Filosofía. Comentario artículo.

17-I-2008. Estoy bastante de acuerdo con esto que viene en "La rebelión de las masas" de Ortega y Gasset, aunque a decir verdad seguro que no me quedo ni con la décima parte de todo lo que él querría decir (cuando me leía el libro algunas veces me entraba dolor de cabeza). ¡La verdad esque este tío parecía adivino!, ¿realmente tanto nos parecíamos hace casi un siglo? ¡parece que esté retratando nuestra sociedad de ahora!; en plan pesimista... pero me da que él lo era un poco. Os lo dejo, el texto es del fragmento del ensayo llamado "se desemboca en la verdadera cuestión" voy a subrayar lo que me parece más importante para luego centrarme en el comentario. Está criticando a la moral del hombre masa:

"Cualquier sustancia que caiga sobre un alma así dará un mismo resultado, y se convertirá en pretexto para no supeditarse a nada concreto. Si se presenta como reaccionario o antiliberal, será para poder afirmar que la salvación de la patria, del Estado, da derecho a allanar todas las otras normas y a machacar al prójimo, sobre todo si el prójimo posee una personalidad valiosa. Pero lo mismo acontece si le da por ser revolucionario: su aparente entusiasmo por el obrero manual, el miserable y la justicia social le sirve de disfraz para poder desentenderse de toda obligación
(como la cortesía, la veracidad y, sobre todo, el respeto o estimación de los individuos superiores). Yo sé de no pocos que han ingresado en uno u otro partido obrerista no más que para conquistar dentro de sí mismos el derecho a despreciar la inteligencia y ahorrarse las zalemas ante ella. En cuanto a las otras dictaduras, bien hemos visto cómo halagan al hombre-mas, pateando cuanto parecía eminencia.

Esta esquividad para toda obligación explica, en parte, el fenómeno, entre ridículo y escandaloso, de que se haya hecho en nuestros dáis una plataforma de "juventud" como tal. Quizá no ofrezca nuestro tiempo rasgo más grotesco. Las gentes, cómicamente, se declararan "jóvenes" porque han oído que el joven tiene más derechos que obligaciones, ya que puede demorar el cumplimiento de éstas hasta las calendas griegas de la madurez. Siempre el joven, como tal, se ha considerado eximido de hacer o haber hecho ya hazañas. Siempre ha vivido de crédito. Esto se halla en la naturaleza de lo humano. Era como un falso derecho, entre irónico y tierno, que los no jóvenes concedían a los mozos. Pero es estupefaciente que ahora lo tomen estos como derecho efectivo, precisamente para atribuirse todos los demás que pertenecen sólo a quien haya hecho ya algo.

Aunque parezca mentira, ha llegado a hacerse de la juventud un chantaje. En realidad, vivimos un tiempo de chantaje universal que toma dos formas de mohín complementario: hay el chantaje de la violencia y el chantaje del humorismo. Con uno o con otro se aspira siempre a lo mismo: que el inferior, que el hombre vulgar pueda sentirse eximido de toda supeditación.

Por eso, no cabe ennoblecer la crisis presente mostrándola como el conflicto entre dos morales o civilizaciones, la una caduca y la otra en albor. El hombre-masa carece simplemente de moral, que es siempre, por esencia, sentimiento de sumisión a algo, conciencia de servicio y obligación.
Pero acaso es un error decir "simplemente". Porque no se trata sólo de que este tipo de criatura se desentienda de la moral. No; no le hagamos tan fácil la faena. De la moral no es posible desentenderse sin más ni más. Lo que con un vocablo falta hasta de gramática se llama amoralidad, es una cosa que no existe. Si usted no quiere supeditarse a ninguna norma, tiene usted, velis nolis, que supeditarse a la norma de negar toda moral, y esto no es amoral, sino inmoral. Es una moral negativa que conserva de la otra forma en hueco.

¿Cómo se ha podido creer en la amoralidad de la vida? Sin duda porque toda la cultua y la civilización moderna llevan a ese convencimiento. Ahora recoge Europa las penosas consecuencias de su conducta espiritual. Se ha embalado sin reservas por la pendiente de una cultura magnífica, pero sin raíces.

En este ensayo se ha querido dibujar un cierto tipo de europeo, analizando sobre todo su comportamiento frente a la civilización misma en que ha nacido. Había de hacerse así porque ese personaje no representa otra civilización que luche con la antigua, sino una mera negación, negación oculta un efectivo parasitismo. El hombre-masa está aún viviendo precisamente de lo que niega y otros construyeron o acumularon. Por eso no convenía mezclar su psicograma con la gran cuestión: ¿qué insuficiencias radicales padece la cultura europea moderna? Porque es evidente que, en última instancia, de ellas proviene esta forma humana ahora dominante.


¡Pufff...! Bueno a ver tengo que decir que a pesar de mi admiración absoluta por él estoy "algo" (jeje) en desacuerdo con Ortega con lo de las clases sociales y su abscripción a un modelo determinado de hombre, supongo q sería algo inevitable en su época, y con ciertos radicalismos. Empecemos: Bueno, yo no sabría decir si la decadencia de Europa viene por la falta de moral que dice que posee el hombre masa, aunque desde luego es un buen factor porque como bien dice quien "no tiene moral" todo le resbala salvo la comodidad mal entendida: los derechos sin obligaciones. Sin responsabilidades; ¿podría evolucinar bien una sociedad de niños? Creo que no.

Pero... ¿qué es la moral? Ortega declara al hombre-masa directamente inmoral. Que la "amoralidad" es una palabra que carece de significado porque como dice toda la moral se conforta con normas claro y si se niega rotundamente a cualquier norma se es inmoral; estoy de acuerdo "amoral" no existe: la moral se niega o se posee pero el término medio es nada. Pero de ser inmoral REALMENTE ¿cómo podría sobrevivir tan siquiera? ¡viviríamos en un selva! No creo que el hombre masa sea inmoral. Si la moral es atajar normas sí las cumple. Sólo que igual no las correctas para que todo vaya a mejor.

Por ejemplo, la moral de las personas mayores suele ser que la gente joven tiene que ser amable con ellos y cederles el sitio y eso ahora se está perdiendo. Ahora la norma es quizás que los jóvenes también tienen derecho a sentarse en el metro o el autobús. No estoy de acuerdo con ella pero no deja de ser una normal de conducta; algo que un grupo sigue porque se siente identificado con esa MORAL. Moral inmoral se puede decir; pero eso no para a los que piensan así... Así pues yo diría más bien que el derrumbe iría en todo caso por un conjunto de normas morales intolerantes o inmorales. Fundadas más que a partir de las irresponsabilidades y la autoconciencia precisamente de la incomprensión y el clasismo...

Ahora bien, también es cierto todo lo que dice sobre la falta de conciencia y autenticidad y que eso, queramos o no, se puede MEJORAR (que no conseguir), através de la cultura y el cariño a la Historia, que nunca se puede despreciar. Pero para eso antes habría de concienciarse que "todos" somos capaces de culturizarnos y aprender y que no solamente eso es virtud de una determinada clase social ni inteligencia. ¡Y me remonto al párrafo anterior! Creo que los clasismos y el juzgar , en base, a la gente por su nacimiento y condición social han creado al "hombre masa" de Ortega más que cualquier otro factor... ¡No hay masa más espantosa que aquella que grita al unísono que la masa está condicionada por pertenecer a una clase obrera!

Creo que unos hombres y mujeres llevan más sobre ellos el peso de la Historia que otros. Y es injusto sí ¡pero también honorable...! Y siempre será así Las personalidades fuertes serán las capaces de dominar el mundo o al menos a cambiarlo en mayor medida (que no digo que las otras no contribuyan también). Cada uno tiene que tener su responsabilidad ¡y el rechazo de las grandes mentes no tiene otro nombre que patética envidia! No inspira ni odio... Y estoy de acuerdo con que cada día damos menos importancia a la ciencia, cultura... Y lo que es más importante ¡a quienes luchan por hacer cosas importantes!; porque las ciencias y la cultura no son más que superfluos maquillajes (QUE DE ESO TAMBIÉN HAY MUCHO) si bajo él persisten los valores del hombre-masa.

En cuanto a lo de la juventud también estoy de acuerdo: la juventud es sólo una época. ¡Y punto! Se puede tener el espíritu joven si se quiere; cosa que a mí siempre me ha parecido esconder unas ansias desmesuradas de juventud pero wenooo... Pero joven tan solo se es hasta cuando lo marca más o menos la sociedad; ahora , para mí, sería hasta los 36 (aunque lo iré alargando jejeje) una juventud entrecomillas claro... ¡Cuesta un montón abandonar la juventud! Pero en realidad no es más que una época. Cuando alguien se considera de espíritu joven es como decir que tiene energías sí ¡pero también mucha inmadurez!, ¿no? ¡Porque vamos los jóvenes también somos inmaduros y eso en cambio parece que ya se con otros ojos ¿no?! Creo que a eso se refería Ortega; que cada día somos menos capaces de ver el crecimiento como algo positivo. Que sólo vemos la parte que nos conviene de las cosas, ¡como si fuéramos sólo partes! Y, precisamente, porque al carecer de idea de Historia; al no darle tanta importancia como dice que se tenía antes de ella... ¡Tan solo importa la acción, el presente! Cuando el "primer" camino para que la historia evolucione es el pasado... Y lo pongo entrecomillas porque claro jeje, primero está la acción y luego el recuerdo, pero si no pensamos en que un día tendremos pasado o futuro (que el futuro no es más que ver a nuestros "nietos" o "hijos" recordando nuestra hazañas y aprendiendo de ellas) ¿para qué queremos tener un futuro que no servirá ni para nadie ni será tan siquiera tenido en cuenta para la sociedad (si para una sociedad el futuro, sea el que sea, es una cosa de locos te quitan las ganas claro...) ? ¡Vamos yo un futuro así no lo quiero para nada! Y parece que ahora pensar SERIAMENTE en el futuro o el pasado es de locos o es una cosa de melancólicos. El presente es muy muy importante ¡pero si le quitamos hierro a lo que lo ha podido hacer posible cada día lo será menos! y nos importará todo menos y tenderemos a querer ser más y más jóvenes porque al ser sólo importante el presente lo que pase mañana ¡dejará de existir! ¡y eso es más terrible aún que un futuro sin esperanzas y un pasado del que mejor no saber nada...! Eh exageraoo un pelín (solamente un peliiiínnn ¡jiji!) pero creo que se me entiende.

¡Bye ;-) !